Protector solar tiene beneficios únicos para la piel de la cara. La vida diaria exige cada vez un mayor cuidado de nosotros mismos, de nuestro interior y exterior. Cuidar la piel es parte imprescindible en un contexto con múltiples factores que amenazan su lozanía y aspecto natural: la radiación, el maquillaje, la luz artificial y los factores externos de contaminación.
Para proteger la piel de los daños del sol y de la luz artificial es muy útil usar un bloqueador solar que se ajuste a las particularidades de cada individuo: su tipo de piel, el grosor, el color y partiendo de allí el Factor de Protección Solar.
Diferencias de un bloqueador solar para cuerpo y uno para cara El bloqueador se puede aplicar en la mayor parte del cuerpo cuando el objetivo es conseguir un bronceado general, no obstante, en la cotidianidad no es aconsejable usar el mismo bloqueador para el cuerpo y la cara, ¿Por qué?
La piel del rostro es la que está más expuesta al sol, la luz artificial y los agentes externos en general, pero también es más delicada y susceptible a daños. La piel del cuerpo, por el contrario, es más resistente y usualmente está más cubierta que la cara.
Por tanto, la protección que se debe dar a cada área es diferente, y las condiciones de cada una de las zonas también.
Aquel dicho de “la primera impresión es la que cuenta”, habla de la importancia que en nuestra sociedad se le otorga al aspecto físico. Por eso es adecuado mantener un aspecto físico saludable.
La cara es una de las zonas más visibles y también una de las más delicadas. En su cuidado se hace necesario no solo usar un bloqueador solar sino también que sea diferente al que se usa en el cuerpo, pues estos tienen una mayor concentración de oleosidad que puede afectar el PH del rostro y provocar reacciones alérgicas.
Lo indicado es que cada persona elija el bloqueador solar facial dependiendo de sus características específicas y el tipo de piel: graso, seco o mixto.
El bloqueador solar cuida nuestra carta de presentación, o rostro, evitando la aparición de manchas o arrugas como signos del envejecimiento prematuro de la piel. Así mismo ayuda a mantener la piel hidratada, también permite que el bronceado se prolongue y puede ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Los dermatólogos recomiendan el uso del bloqueador solar solo después de los primeros 6 meses de vida. Para su aplicación facial lo primero es elegir el bloqueador que va de acuerdo a cada piel.
Como se trata de una zona sensible, lo recomendado es un FPS entre 20 y 30 de amplio espectro solar; esto es que sea eficiente tanto para rayos ultravioleta UVA como para UVB. Los últimos son los responsables de las principales quemaduras de sol y del cáncer de piel.
Para aplicar el bloqueador de manera eficiente se debe poner atención a las áreas más expuestas: la nariz, los pómulos y la frente, allí deberá aplicarse uniformemente y con un nivel de prioridad. Las orejeas y los párpados, son por su parte, áreas ocultas que también deben protegerse, pero, con un nivel de prioridad más bajo.
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