El sol es la fuente primordial de energía para el ser humano, sin embargo, la sobreexposición puede producir signos de envejecimiento prematuro como líneas de expresión, pigmentación y manchas.
Así mismo exponer la piel por largo tiempo al sol y sin protección hace que se disminuya la producción de colágeno y elastina, factores claves en la salud de la piel.
Nuestro rostro está expuesto al sol no solo en los días de playa sino todos los días, pues es un área muy sensible que incluso debe protegerse de la luz artificial. Estas razones hacen que el bloqueador solar sea un producto indispensable para aplicar habitualmente en el rostro.
En la aplicación del bloqueador en la cara se pueden observar unas áreas principales y unas secundarias. Las principales son aquellas que están más expuestas y se suelen proteger primero, como la nariz, la frente, el mentón y los pómulos.
Las áreas secundarias son aquellas que quedan en ocasiones escondidas o en las que no se suele poner bloqueador, estas son las orejas, los párpados, las ojeras y el cuello. En estas áreas también se debe aplicar bloqueador uniformemente.
Para aplicar filtro solar en las ojeras evitando la irritación de los ojos, se recomiendan algunos correctores de maquillaje que incluyen protección solar. Sin embargo, es necesario saber que estos no sustituyen el bloqueador.
Idealmente el bloqueador se debe aplicar sobre la piel limpia, a excepción de los casos de retoque sobre maquillaje. Para las personas que tienen un tipo de piel seca o que siempre hidratan su piel, se recomienda humectar la piel en un primer paso y luego aplicar el bloqueador solar.
De la cantidad de bloqueador que se use depende en parte la protección que se obtiene. Por eso se recomienda que se aplique de manera generosa, aproximadamente un cuarto de una cucharada para cara, cuello y orejas, si se tienen expuestas.
En el rostro se puede aplicar en forma de masajes circulares, con pequeños toques en la cara para luego esparcir uniformemente, o en forma de líneas que luego se expanden por toda la piel. Lo importante es que se aplique por todo el rostro uniformemente.
La efectividad del bloqueador solar se pierde con el paso del tiempo (horas), la sudoración o en poco tiempo si el Factor de Protección Solar (SPF) es bajo.
Lo recomendado es aplicarlo dos o tres veces al día en lugares cerrados y cada dos o tres horas cuando hay una mayor exposición solar.
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